lunes, 8 de agosto de 2011

Puede que sea verdad.. /Capítulo uno.

Pensaréis que soy tonta, que estoy loca.. Pero no..
Todo empezó aquél día..

Era Lunes, el primer día de la semana, uno de los más odiados. Por desgracia me tenía que levantar de la cama muy temprano para ir al instituto, a estudiar. Y así fué. Me levanté y empezé a vestirme, mirándome también al espejo, para asegurarme de que estaba bien.. 'No quería ir mal vestida'. Me peiné, agarré la mochila y salí de la habitación.
Bajé las escaleras hasta llegar a la cocina, allí mi madre me tenía preparado un pequeño desayuno; Leche con Cola-Cao, galletas y dos tostadas acompañadas de mantequilla. Un desayuno perfecto para mí, ¡me encantaba!
Me lo comí todo con prisas, alomejor se me estaba haciendo tarde, corrí hasta el salón que estaba al lado de la cocina, me dirigí a la puerta de entrada, abrí y salí fuera.
Allí me esperaba mi padre, dentro de su coche, no era muy nuevo, ni muy viejo, pero estaba bien. Me subí en él, le dí un beso en la mejilla y le sonreí, como hacía siempre..
Al cabo de unas horas ya habíamos llegado al instituto, uno bien grande, dentro me esperaban millones de sorpresas, seguramente.
Me bajé del coche y me acerqué a la ventana de mi padre, la tenía abierta, por lo tanto decidí decirle algo..

- Papá, muchas gracias por traerme. Oye, mira a ver que le pasa a mamá, habla con ella, está rara ultimamente, supongo que por los motivos de la separación.

Efectivamente, mis padres estaban separados desde hace tiempo, desde que yo tenía cinco años [..]

- Vale cielo, intentaré hablar con ella, pero solo si está en casa..  Y ten cuidado ahí dentro, que siempre pasan muchas cosas. -Dijo él, asintiéndo a continuación-

- Vale papá, adiós, que se me hace tarde.

Corrí hasta la puerta del aquel centro, abrí y entré dentro, tras el cristál observé como mi padre se iba. Lo notaba algo diferente, pero puede que sea solo por el mal tiempo.. O eso pensaba yo.

A primera hora me tocaba clase de Inglés, esa clase me aburría completamente, pero era mi obligación y tenía que asistir.
Entré en el aula y la profesora me miró con mala cara y también los compañeros. Me empezé a poner roja, muy avergonzada y me senté en mi sitio. Dejé la mochila en el suelo con cuidado y me cruzé de brazos, mirándo después a mi compañero de pupitre..

- Has llegado tarde, Nadira.. -Dijo-

- Sí, ya lo sé, pero esque entre la comida y el coche de mi padre que es un poco lento.. Ya sabes. -Acompañé la frase con un pequeño suspiro-

- Vale, vale.. Oye, a tu pequeño marido le ha ocurrido algo hoy, no sé que le pasa, mira a ver tú después en la hora del patio.

- ¿Le ha ocurrido algo? ¿Y cómo lo sabes? Vale, intentaré hablar con él si lo veo por allí.

Mi pequeño marido era un chico que me gustaba muchísimo, se llamaba David y era dos años mayor que yo [..]

En ese momento la profesora interrumpió la clase para dirigirse a mí.

- Señorita Enadira, ¿tiene algo que contar? Porque si es así, cuéntelo delante de todos.

- No profesora, lo siento mucho.. -Bajé la mirada hasta el suelo, escuchándolo todo-

- Bueno, que no vuelva a ocurrir. No se puede estar interrumpiendo la clase con pequeños cuchicheos que no vienen al cuento, ¿vale?

- Vale, Ana.

Sí, se llamaba Ana y tenía 35 años, o eso dice ella, porque yo la noto más vieja. Tiene dos hijos; Aday y Juanma. Eran amigos míos, pero tenían 'mala leche', al igual que la madre. [..]

Pasaron horas y horas y terminaron todas las clases hasta llegar a la hora del patio. Me colgué la mochila y salí del Aula en la estaba, era la de Sociales, me encantaba esa asignatura, pero al igual que las demás, había que estudiar y eso no era nada guay.
Entré en aquella zona, era muy grande; a un lado teníamos la pequeña reunión de amigas chulas y tontas, es decir, el grupo de María, Zuleyma y Yarixtza. La lider era Zuleyma, era la mejor de todas, bueno, eso se cree ella. Siempre está molestando a los demás y criticándo a todos, incluso a mí, conmigo se metía muy a menudo. Al otro lado estaban todos los chicos del grupo de fútbol, siempre jugando. Y al otro teníamos las gradas, en donde estaba sentado David, mi pequeño marido.
Me acerqué allí corriendo y me senté al lado de él. Estaba mirándolo todo, absolutamente todo. No sabía que hacer y decidí empezar a hablar..

- Hey, David, me han dicho que te ha pasado algo.. Si quieres me puedes contar.. -Dije yo, mirándolo-

- Hola Enadira, bueno.. No es nada, solo que se ha muerto mi hermano.

En ese momento lo único que se me ocurría era abrazarle sin más. Y así fué. Empezé a darle besos en los brazos continuamente, pensándo en lo que dijo.

Su hermano se llamaba Martín, tenía 16 años, al igual que él. Se llevaban muy mal y como yo siempre estaba con él, ayudándole en todo lo que podía y queriéndole más y más, su hermano siempre intentaba hacerme cosas, como pegarme y hacerme bromas pesadas.. No le gustaba que tuvieramos una amistad [..]

- Lo siento mucho cielo, ¿cómo ha sido?

- Pues andaba por la calle y un coche.. Le pasó por ensima. -Se le empezaron a caer varias lágrimas-

Aunque no se llevaran bien, lo quería, mucho, siempre estaba hablando de él, a todas horas [..]

- Dios.. David, si quieres puedes quedarte hoy en mi casa.. No hay ningún problema, además, seguro que mi madre lo entenderá.. -Le acaricié la cara con lentitud y le limpié las pequeñas gotas que tenía en sus mejillas-

Pues sí, se acabó el instituto y salí de él agarrada de la mano con David.
Se iba a quedar en mi casa y se lo íbamos a decir a sus padres, para ver que les parecía la idea.
Él vivía muy léjos, pero no me importaba caminar.

Llegamos a su casa, él tocó el timbre y yo esperé a su lado. Miguel, su padre, abrió la puerta. Su cara estaba muy pálida, era normal.. Su hijo había muerto. Él entró dentro y nosotros entramos detrás. Lo observé todo hasta encontrar a Cristina, la madre de David, en una pequeña esquina, sentada sobre un sofá.. Tenía un rostro totalmente triste y en las manos tenía una foto, no sabía de qué, pero seguramente era de Martín.

Solté la mano de mi 'marido' y me acerqué a donde estaba ella. Me agaché para poder mirarla y apoyé varias manos en sus rodillas..

- Señora.. Lo siento muchísimo, ahora estará en un lugar mejor, créame.

Ella no hacía nada, no se movía, ni si quiera respondía.

Me levanté y caminé de nuevo hasta donde estaba David, lo miré a los ojos y suspiré, no sabía que decir, en aquella casa se respiraba un ambiente muy aterrador. Pero era normal.
En aquel momento Miguel nos miró a los dos..

- Bueno chicos, ¿qué os trae por aquí? ..

- Papá, Enadira me ha invitado a quedarme en su casa a dormir.. ¿Puedo? -Dijo David-

- Vale, vete con ella, será lo mejor. Pero antes llama a tu madre Enadira.

- Vale señor, la llamaré, espere. -Dije-

Me dí la vuelta y metí la mano dentro del bolsillo derecho de mi pantalón, de él saqué mi móvil, era uno táctil, no lo entendía mucho, pero como era la moda, yo no quería quedarme atrás. Empezé a marcar el número de mi madre..

- Mamá, ¿sabes quién es David, no?

- Sí, hija, sé quien es, ya me lo has presentado, además ha estado varias veces en casa.

- Pues.. Su hermano, Martín, ha muerto.. Y me preguntaba si él se podía quedar en casa a dormir. A sus padres les parece bien, pero me han dicho que te pregunte primero.

- Oh, pobre chico, por Dios.. Que mala vida hay. Sí Dira, se puede quedar, por supuesto, todos los días que quiera y necesite.

- Pues sí. Muchísimas gracias mamá, en serio. Oye, cuelgo ya, que si no, se me gasta el saldo y no tengo ganas de gastarme más dinero.

- Vale amor, adiós.

Colgué el teléfono con rapidez y lo guardé de nuevo. Miré a David y asentí varias veces..

- Dice mi madre que sí, que te puedes quedar, además, no un día, si no todos los que tu quieras.

- Genial. -Dijo él-

Les dijimos adiós a sus padres y salimos fuera de aquella casa. Empezemos a caminar, agarrados de manos. Yo pensaba en todo los momentos que había pasado con Martín.. Pobre.

Llegamos a mi casa después de unos cuantos minutos. Saqué las llaves de la mochila y abrí la puerta. Entramos dentro y después solté su mano. Tiré la mochila ensima de un sofá que había en el salón y al lado dejé las llaves. Lo miré a los ojos, sonriéndo de lado y él empezó a hablar.

- Enadira, en serio, muchas gracias por todo. Eres la mejor.-Me abrazó-

- David, por favor, no me digas gracias, no tienes por qué. -Le seguí el abrazo con suavidad y después me separé a escásos centímetros de él- .. Ya sabes, TÚ eres el mejor.

Él se quedó callado, observándome. Seguramente estaría pensando en que decir, o alomejor estaría pensando en su hermano, como estaría haciendo yo si estubiera en su lugar.
Lo miré y él con gesto seguido me besó, en los labios.
'¡GENIAL, ME HA BESADO!' -Pensé-
Le seguí el beso, era lo único que podía hacer en aquél momento. Cerré los ojos y empezé a escuchar todos los ruídos que habían dentro de casa. No había nadie, así que seguramente serían los vecinos, molestando como siempre.
Nos separemos el uno del otro..

- Enadira, guapa, ¿qué son esos ruídos? -Dijo él-

- No lo sé, alomejor son mis vecinos, que tienen dos niños pequeños que son unos trastos y seguramente estarán haciendo travesuras.

Sonó la canción del Diario de Noa, 'Te quiero en mi vida'.  Era mi móvil, estarían llamandome, así que me acerqué hasta donde estaba y lo cogí. Pulsé en la pantalla con el dedo y me lo coloqué en la oreja para así escuchar.

- Sí, dígame.

No se escuchaba nada, absolutamente nada.

- ¿Hola? -Insistí-

De momento cuelgan. Fruncí el ceño, extrañada por aquella llamada y volví a dejar el teléfono en su sitio, pero antes miré el número que había llamado. Me salía desconocido. Por lo tanto no conocía a aquella persona. Miré a David y empezé a reír.

- Ya la gente no sabe que hacer.

Él me miró y sonrió de lado.. Su sonrísa era perfecta, tenía todos los dientes bien colocados, no había ningún hueco entre ellos. Por desgracia los míos sí que tenían de ellos.

Nos acercamos a las escaleras y las subimos todas hasta llegar a mi habitación. Entramos dentro los dos y yo enseguida me senté en la cama y él al lado de mi. Me miró fijamente a los ojos y me dijo algo que siempre recordaré en la vida..

- Mi hermano está aquí, con nosotros.. ¿Lo ves? Yo sí, está al lado tuyo, acariciándote el pelo..

1 comentario:

  1. Me ha gustado mucho la verdad está GENIAL!
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